martes, 13 de enero de 2009

Princesitas frustradas




De cómo Walt Disney nos fastidió la vida... y Pretty Woman nos acabó de rematar.

Sí, soy una princesa.

De hecho, lo he sido siempre. Desde que nací, sabía que era eso y no otra cosa lo que iba a ser de mayor. Y una princesa de las de verdad, con hadas madrinas, zapatitos de cristal y vestidos de purpurina. Mi comida preferida serían las perdices y mi marido el principe sería guapo, apuesto, masculino, poderoso y sobretodo, me querría mucho, muchísimo. Ah si, y mi casa no sería otra cosa que un castillo en la montaña!
Quién no se siente identificado con esta historia? El camino estaba claramente marcado: los cuentos de cuna, nuestra barbie preferida con sus curvas imposibles e impecablemente vestida...
Pero ahora me doy cuenta de que soy una princesa, pero sin los decorados, ni el príncipe, ni el castillo... ni nada!
Y eso me da que pensar... qué pasó? Dónde se truncó el camino? Y encontré la respuesta... Todas mis frustraciones son culpa de Walt Disney! Que no? A ver si no de donde me he sacado yo las historias estas...
Pongamos por ejemplo a La Bella Durmiente... esa chica de 16 (!!!) años, que un buen día se pincha con una rueca que no debería haber tocado nunca (pero niña, no te has enterado que desobedecer está fatal?) y mira, pues se quedó dormida... así como un montón de tiempo (Años incluso!). Y hasta aquí bien, desobedeció y pringó, pero lo mejor viene después... Resulta que el tío más bueno de 3 países más allá, se entera de que la chica esta, está ahí sobando en una torre maldita. No la ha visto nunca (bueno, en retrato chungo si me apuras) y mucho menos ha hablado con ella (ni se ha escrito mails, ni mensajitos...) pero eso da igual, porque en su corazón ha nacido la llama del amor (uoooooooooooh). Y ni corto ni perezoso decide que se va a cruzar los países que haga falta (eso si, a lomos de un estupendo corcel blanco pura sangre último modelo) para ir a rescatarla y darle un morreo (claro, muy típico, por un casto beso son capaces de eso y mucho más!) para sacarla de su hechizo. Emprende viaje, se carga a todos lo que se le pone por delante, llega a la torre sin GPS y sin preguntar y allí está ella... durmiendo... IMPECABLE! vestido sin arrugas, maquillaje perfecto, pelo planchado y brillante... (Mal aliento? Y eso que es??) y ya se enamora del todo de ella (sigo insistiendo en que aun no han hablado) y le da un beso de amor que la despierta. Y fueron felices y comieron perdices... (y ahi se acaba el cuento, no vaya a ser que hablemos de la convivencia y la liemos).
Por no hablar de Cenicienta... es mi preferida. Fijaos en ella. La pobre huerfanita abandonada en brazos de su malvada madrastra y torturada por sus hermanastras las feas, con un padre que no se entera, condenada a lavar suelos de por vida. Eso si, ella es dulce y encantadora, como un trauma así va a cambiar el carácter de tan hermosa niña. Y mira, montan en su barrio el fiestón del siglo y como sin querer le caen unos Manolos (de Cristal, eso si) y un Oscar de la Renta

ideal de la muerte para que se vaya ahí a la fiesta a quedarse con el personal y ligarse al guapo guapísimo príncipe encantador... Después de darle bola toda la noche, así sin más se larga corriendo sin darle ninguna explicación (y lo deja ahi plantado con cara de tonto) y desaparece perdiendo un zapatito. Y claro, él decide que es el amor de su vida (bueno, habían cruzado 2 frases, hemos avanzado) y se dedica a buscarla durante 3 días enteros por todas partes (lo clásico, conoces a un tío, pasas de él, pierdes el zapato y no para hasta que te encuentra y te lo devuelve). Y te encuentra más por casualidad que por otra cosa, porque no es capaz de acordarse de tu cara (demasiado Moët, hay que entenderlo) y otra vez, bodorrio y perdices...
Y bueno, son cuentos de niños y eso, pero es que nos los metieron hasta en la sopa, y claro, si les pasa a ellas, pues a mi también no?
Pero por si no teníamos bastante con esto... llegó Pretty Woman. No voy a entrar en detalles, la historia habla por si sola... Guapo guapísimo forrado (principe de los 90) se liga a una mujer de la vida alegre (por ser poéticos) y...oh... sorpresa sorpresa: BODORRIO Y PERDICES!







Al final me quedo con que soy una princesa porque he besado suficientes sapos como para ganarme el título!!!!!






















2 comentarios:

Hummingbird dijo...

walt no especifica la edad .... y eso ya es algo. a veces los príncipes están por allí y no les hacemos caso. nada que tus stillettos no puedan solucionar....hihihiii!

felicidades, te estaba esperando!!!! XX! y por supuesto que ya estás in my links.

orquidea dijo...

Gracias por los comments Humm!!!!
Y por ser mi inspiración y mi primera visita y todo!!
Ahora a seguir aprendiendo como va esto!
Esta tarde paso a verte!
Un kiss!